
Pues es que hoy estaba en el Machaquito, escribiendo una historia sobre monos y me he acordado de este entrañable personaje, precursor indudable de la canción de Albert Plá.
Su pelaje oscuro nos introducía en el lado más bestia de la vida, como la negra noche, el negro vicio, las negras banderas ancestrales que presagiaban negras tormentas.
Pues nada, que estaba mirando las musarañas y he pensado en saludaros.
Y aquí os dejo, en compañía de Laurelio. Es buen chaval. ¿No te parece, Lou?
Tú-turú-turú tuuturu tú-turú-turú........