Viajar a la capital de la república siempre supone la vivencia de momentos especiales. Esta vez, por desgracia, se produjo en minoría debido a las fechas veraniegas, que imposibilitaron la asistencia de varios miembros de nuestro querido clan.Así pues, la aventura de agosto se inició desde Madrid con Lechuza, Iguana y Coyote.
Llegamos a Tavescán el día 10. Allí nos esperaba el sin par Mano-Lin, quien nos dio la bienvenida.
Tras saludar a su familia recibimos, esa misma tarde, a Mosén-Lin, procedente de Barna.
El día 11 lo dedicamos a la ascensión de la Pica d’Estats, que nos proponíamos hacer de forma circular, subiendo por Vallferrera y bajando hacia Boavi. Debido a algún problemilla físico, tubimos que descender por el mismo sitio que habíamos subido, aunque Mano-Lin lo hizo conforme a lo previsto y nos mandó el mambo-taxi hacia Vallferrera, para que pudiésemos regresar sanos y salvos.
Cenamos en el Florido, sin atrevernos a afrontar la escalada de su famosa “North Face”.
El día 12 nos dirigimos a la Sierra del Cadí, esta vez acompañados también por el pequeño Juanito-Lin.
Todos, excepto Coyote Ahumado, comenzaron la subida al Costa Cabirolera a mediodía, pero las inclemencias del tiempo, lluvia, granizos y chuzos de punta, impidieron que se pudiese hacer cima en aquel momento.
Pasamos la tarde en el refugio, regentado por Jordi, un antiguo conocido de Mano-Lin, mientras el clima seguía haciendo de las suyas.
El día 13 nos encaminamos a la Cerdaña, entramos en Francia y, tras dejar los coches, comenzamos a andar el empinado camino hacia el Puigmal.
Lo logramos. Incluido Juanito, que va aumentando su lista de picos altos.
Nos despedimos de Paco, que volvía para casa, y otra vez rumbo a Tavescán y al Florido, que parece nuestra segunda casa en el Pirineo Moyatistaní.
El día 14 lo dedicamos al viaje de regreso a Madrid.
Conclusión: 2 de 3, que no está mal en la cuenta de picos provinciales, que alguno lleva bien anotada en su agenda.
También debo aprovechar para felicitar a Marina por su cumpleaños, que se produjo durante los días de esta salida montañera.
Y, lo principal, como decía al principio de este post, el buen rollo, la alegría, la complicidad…. La energía positiva, que habría dicho Águila.
No sé si la culpa es de las cumbres, de las personas, o de la unión de ambos ingredientes. Pero sucede.
……
Por cierto… ¿Os he dicho alguna vez que no puedo con mi alma, y que en mi vida voy a volver a subir otra montaña?
… Je, je, je……
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NOTA 1ª: Hechamos mucho de menos a los ausentes.
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NOTA 2ª: ¿Verdad que me ha salido bonita la foto de la brújula?
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NOTA 3ª: Os dejo con un video bastante esclarecedor de lo que pasó en la Sierra del Cadí....
