Hace algún tiempo, cuando el cantante de La Excepción ganó varios premios, Goya incluido, por sus méritos actorales y cantuales, salió por TV y yo comprendí perfectamente que lo llamaran “El Langui”, fundamentalmente porque el chaval es langui.
Lo comenté con mi familia, con los compañeros del trabajo pero, para mi total estupefacción, nadie sabía lo que quería decir la palabra “langui”. Hasta que volví a plantearlo en la intimidad, con mis lingres favoritos, y ellos sí que me entendieron.
Pensé entonces que se trataba de una palabra de argot muy localizada en la zona de Carabanchel y, por ello, desconocida para el resto de los mortales.
Esta mañana, me ha ocurrido algo parecido cuando alguien ha recordado el antiguo modelo de automóvil Seat 1430, tan famoso en los años 70.
- ¡Ah, sí, una “loca”! (he dicho yo).
- ¿Una qué?
- Sí, joder, una loca… un catorce-treinta.
Nuevamente, nadie sabía de qué cojones estaba hablando.
Desesperado, he mirado en Internet y he comprobado que había más gente en el planeta (aunque poca) que conocía la acepción argótica y quinqui-ojival de la palabra.
Ahora creo que si un honrado ciudadano, de hoy en día o de la Transición, hubiese escuchado una frase como:
“- Antes de abrirse pa queli, el langui se hizo una loca pa dar el palo…”
Jamás habría sospechado que el verdadero significado de aquellas palabras era:
“- Antes de irse para su casa, el cojo robó un SEAT 1430 para realizar el atraco…”
Y me pregunto: ¿Acaso soy el primo hermano del Vaquilla?... ¿O el propio Vaquilla lobotomizado?... ¿Me habré escapado del frenopático amenazando a los guardias con una pipa de jabón?... Po favó, decilme que no soy el único que entiende estas cosas….
Yo, que quería ser un tío bizarro ¿Me habré quedado en kinki de barrio?... ¡Madre del Amor Hermoso!
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Yo, que quería ser un tío bizarro ¿Me habré quedado en kinki de barrio?... ¡Madre del Amor Hermoso!
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