viernes, julio 25, 2008

LA HORA DEL LOBO (1ª parte)

Parecía que el día, cuando llegamos al parking francés, podia abrir, pero no fue así. Según cogíamos altitud, se empezó a nublar y toda la gama de grises y el blanco de la nieve, ya no se separaron de nosotros.
Subíamos una larga pala de nieve, comenzó a jarrear pero bien. Paramos y nos pusimos las chupas de agua (algunos ya nos habíamos puesto los crampones). El desánimo comenzó a surguir en el grupo (lógico) porque aquello tenía muy mala pinta.

Despues de media horita más de ascensión. La mayoria del grupo decidió darse la vuelta. Yo miré a Manolo ("bestia parda de alta montaña, el tío") y le dije: Manel, vamos a tirar un poco más, "a ver que pai".

- Venga Muscu que queda media horita.

(No fue así quedaba una hora y cuarto o más). Así que nos despedimos del grupo, y junto a Pico-Tá, que no lo veía nada claro, tiramos para arriba.

Rebasamos con autoridad y buen paso a un grupo de tres montañeros. Cada vez mas nieve ,más lluvia y mas frío. Nos quedaban por delante dos largas palas de nieve con un importante desnivel.

Pico-Tá me dijo que se daba la vuelta.

-Vaya "tron", yo voy a seguir.

¿Por qué seguí? me encontraba extrañamente bien, con fuerza y con fé. Mano-Lín (cómo no) iba delante de mí, a buen ritmo (la lluvia era cada vez más intensa, pero mi chupa Millet ni se inmutaba) atravesamos de derecha a izquierda, faldeando un sendero de 80m, de estos con la hostia a la izquierda, "to pabajo", y apoyando el "piolo" a la derecha.

Llegamos a un paso delicado (el Néouvielle lo teniamos ya encarado), había que subir un pedazo de roca empapada (con los crampones me daba yuyu) o bordearla, pero una capa de hielo te quitaba las ganas.

Manel, que no llevaba crampones, rebasó el paso sin problemas por la roca. Yo dudé - chungo, pensé - pero Manolo me ofreció el mango de su piolet, y con un impulso me planté a su lado.

- Vamos Muscu tío que lo tenemos ahí.

Seguimos otrrrrro buen rato ascendiendo por la nieve, cuando¡¡¡Bruuuuum,traca-tra!!!. El Dios Odín y Thor andaban por ahí arriba y parecían muy enfadados - impresiona un pedazo de trueno así, a tres mil metros de altitud - me paré, se me cambió la cara, a Manel no.

- Manolo tío, vamonos.

- Que no Muscu, nos quedan cinco minutos.

Llegamos a una zona donde se acababa la nieve y empezaba la roca mojada, pero en un terreno ya suave; era andar cincuenta metros, girar a la derecha y la cima. Pero me tenía que quitar los crampones, guardarlos en el macuto, y a la vuelta volvermelos a colocar. Demasiado trabajo con la que estaba cayendo, y las manos medio heladas, decidí que hasta ahí había llegado.

Pensándolo ahora, no me quedaba nada, prácticamente estaba en la cima. Pero la decisión estaba tomada.

- Bueno Muscu, yo sigo porque ya está ahí,s on cinco minutos (era verdad) ve bajando, luego te alcanzo.

Así lo hice. Al poco, llegué al paso de marras, "calma, Santi, con calma - me dije - (desde arriba, la bajada siempre se ve mas chunga), con mucha precaución rebasé el paso - bien, coño - y comencé a atravesar la falda nevada, despacio y con tiento.

Comenzó a granizar pero bien, de esto que hace daño. Más rayos y truenos, soledad y un entorno cada vez más hostil. Ya para rematar, se metió la niebla, "pa ayudar"...

...

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Capa, chato, lo tuyo es el melodrama.
Pero ahora, cuando truena, me acuerdo siempre de ti, je, je, je....

Anónimo dijo...

Gracias querido Coyote,por tomarte la molestia de abrir con mi relato esta entrada.Guapa la foto,prometo que mañana,escribo la segunda parte .Hemos estado fuera ,Besos.

Anónimo dijo...

Bueno Lobo, por fin te has dignado a regalarnos uno de tus "famosos" relatos épicos.Muchas gracias y quedamos pendientes de recibir la prometida segunda parte.
Salud y montaña

Anónimo dijo...

Bueno Lobo, por fin te has dignado a regalarnos uno de tus "famosos" relatos épicos.Muchas gracias y quedamos pendientes de recibir la prometida segunda parte.
Salud y montaña

Anónimo dijo...

Qué capullo soy, le he dado dos veces a la tecla. Sorry.

Anónimo dijo...

...Me quede parado donde empezaba la primera pala de descenso,un pequeño collado entre rocas.Esos diez minutos sólo,granizando,rodeadito de nieve,niebla rayos y truenos,esperando a Manel se me hicieron largos.Distintas sensaciones pasaban rápido por mi mente.Aunque no perdí la calma.Despues de dos o tres gritos :!!Manolo¡,a unos 50 mtrs. a mi derecha ,vislumbré entre la niebla,la silueta amiga de Manel.-¿Qué pasa tío?.-Joder, Muscu no encotraba el paso entre la niebla.Bueno venga.-vámonos de aquí cagando hostias-dije-.La verdad,aquello parecía la boca del lobo,así que comenzamos a descender como un rayo(nunca mejor dicho)casi corriendo(y sin casi),y deslizándonos muy rápido.En media hora descendímos mucho.Ya me quité los crampones,y Mano-lín siguió a su ritmo ,le perdí,pero ya veía los lagos al fondo del valle.Solamente ya, mucho cuidado con las rocas mojadas y se acabó.Llegada al parking empapado de cintura para abajo(mi chupa no me falló) y lo demás ya lo sabéis.Moraleja:en estas circunstancias hay que darse la vuelta(tó la vida) las montañas siempre estarán ahí.¡ah,sí me hubiera puesto los Getres no me habría entrado agua en las botas.Fin.Besos per tutti le mondo.Lobo.

Anónimo dijo...

Guetre es la españolización de la palabra francesa "guêtre", utilizada en la jerga hípica como protección para las patas de los caballos, etc....
En español tenemos la palabra "polaina", que sirve perfectamente para designar lo que queremos, aunque la costumbre de tantos años nos lleve a decir siempre "guetre".

Anónimo dijo...

Lobo, muy vívida tú crónica montañera,espero que sea la primera de muchas que con emoción esperaremos.
Por cierto, ya nos queda menos para nuestro gran viaje, ¡que emoción!
Salud para todos

Anónimo dijo...

Un pequeño apunte al hilo de la crónica de nuestro Lobo.
Como hemos podido comprobar en nuestro reciente encuentro pirenáico, nunca se acaba de saber todo en cuanto a la montaña se refiere. Sabiendo como sabíamos que iba a llover a mares a ninguno de nosotros se le ocurrió hacerse con un buen pantalón para la lluvia,craso error, nos pusimos como una sopa.
Personalmente he subsanado el error y he aprovechado mi cumple para pedir uno de regalo.
Os invito a que hagáis lo mismo.