¿Y tú me lo preguntas?

Algún día, pasados estos tiempos aciagos, deberá salir a la luz el nombre de la egregia luminaria que, por encargo de la OTAN, se ha dedicado a poner nombre a las acciones guerreras de liberación emprendidas por los Aliados Liberadores del Hemisferio Norte.

Será, seguramente, un digno alumno aventajado de Don José María Pemán o de San Jorge Luis Borges. No cabe la menor duda.

Gracias a su buen hacer literario, nos encontramos sumidos en una operación bélica que compararse puede con las famosas epopeyas de la antigüedad: el propio Sarak Sobama, se pone el casco y sueña con Troya, con Aquiles, con los propios dioses y héroes de los que se rodea.

La Odisea del Amanecer ha dado comienzo y, aunque pueda parecer una sucia maniobra en la que un cabrón es invadido por una banda de cabrones, por un “quítame allá esos crudos”, nada más lejos de la realidad. Se trata de una acto de amor a la Democracia y la Libertad, así, con mayúsculas, fragatas y cazabombarderos.

Pero eso es lo de menos. Lo que realmente nos importa, no es tanto el momento Histórico, como el momento poético.

Una nueva Odisea, para un nuevo Amanecer…

- ¿Y tú me lo preguntas? – le dijo Sapatero a Sarcosí, mientras Serlusconi le daba un azote en el culete a la Serkel.

- ¡Poesía eres tú!

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